Para los que saben de aviones es porque conocen los múltiples factores que podrían producir un accidente. Para el resto del mundo es porque deben apagar sus dispositivos electrónicos durante unos interminables minutos en los cuales no queda otra opción que leer varias veces las instrucciones de evacuación del aparato o cualquier otro panfleto que se tenga a mano (el catálogo de SkyMall en el mejor de los casos).
Sin embargo, esto puede cambiar en un futuro cercano ya que la FAA Federal Aviation Administration ha realizado un informe en el que 28 consejeros han formalizado una recomendación para suavizar esta norma. Básicamente vienen a decir lo que todo el mundo (menos la azafata del pasillo) ya sabíamos, y es que los dispositivos electrónicos que no emiten señales, no pueden interferir ni remotamente en las maniobras de despegue o aterrizaje -ni tampoco en ninguna otra-.
Esto significa que reproductores musicales, consolas o lectores de libros electrónicos, que no cuenten con Bluetooth, WiFi o conexión celular, podrían ser utilizados en cualquier momento del vuelo si finalmente los jefazos de la FAA hacen caso a su propio informe. Claro que ese tipo de dispositivos ya sería raro encontrarlos sin conectividad inalámbrica. ¿Deberán conocer los tripulantes de cabina las especificaciones de todos los gadgets que se usen? Por supuesto, móviles y demás trastos conectables seguirán como hasta ahora, si bien tampoco está demostrado el riesgo de utilización con las actuales tecnologías.