Las redes sociales siguen luchando por la estabilidad de sus modelos de negocios y resultados económicos. Para ello, la publicidad juega un papel fundamental e importante, siendo esta una de sus principales fuentes de ingresos.
Según los últimos datos y previsiones conocidas, se estima que los beneficios publicitarios de redes sociales como facebook apunto de alcanzar la cifra de los 1.000 millones de usuarios, podrían superar este año los 5.000 millones de dólares. Otras como Twitter que según las últimas noticias relacionadas podría haber superado ya los 500.000 millones de usuarios siguen innovando y experimentando con nuevas fórmulas y propuestas publicitarias y anunciantes.
Teniendo en cuenta estos datos, podemos plantearnos una interesante cuestión. El beneficio generado por Facebook por cada usuario registrado sería de unos 5 dólares, y según las previsiones del crecimiento de sus beneficios esta cifra podría aumentarse hasta los 7 u 8 dólares. Sin embargo, teniendo en cuenta exclusivamente a las cuentas y usuarios realmente activos el valor podría verse aumentado considerablemente hasta los 14 e incluso 20 dólares. Es decir, este es el precio que Facebook tendría que cobrar a sus usuarios activos actuales para alcanzar la rentabilidad que ahora obtiene a través de la publicidad. ¿Pagarían los usuarios tal cantidad de dinero por disponer de un perfil en la red social a cambio de eliminar todo tipo de publicidad?
Evidentemente la respuesta más segura sería no, aunque todo podría depender de los recursos añadidos de valor cuantificable que la red social pudiera ofrecer de forma complementaria a la propia función de red social. Correo electrónico, alojamiento de información en la nube, acceso a música ilimitada, televisión a la carta, reproducción de películas de estreno, etc…
Sin embargo ante la generalizada respuesta negativa a este pregunta, algunas redes populares como Linkedin han conseguido demostrarnos todo lo contrario, estableciendo un modelo de negocio gracias a las cuentas vip o premium para los usuarios profesionales que desean acceder a todas sus herramientas y servicios sin limitaciones.
Otros servicios como megaupload, ahora cerrado por intervención de las autoridades, ofrecían un servicio que rápidamente se extendió e hizo popular por una razón evidente. La gente podía pagar aproximadamente poco más de 10 dólares al mes y descargar todo tipo de material audiovisual que otros usuarios almacenaban y compartían. Sin entrar en la legalidad de todo ello, este ejemplo nos demuestra que es posible convertir un servicio en algo rentable cuando el usuario encuentra en el precisamente lo que demanda y verdaderamente quiere. Ocurre de forma similar con otros servicios como Spotify, que por una pequeña cuota mensual permite acceder a un impresionante catálogo musical prácticamente desde cualquier dispositivo. Las cifras de este servicio indican que uno de cada cinco usuarios disponen de una cuenta premium, o lo que es lo mismo, más de tres millones de usuarios con acceso ilimitado a su catálogo musical. Para los que no, evidentemente existen limitaciones y el pequeño inconveniente de las interrupciones publicitarias.
Pero volvemos a formularnos las cuestiones que nos traen a debate ¿Pagarían los usuarios por sus cuentas actuales en grandes redes sociales como Facebook o Twitter? ¿Apostarán estas redes sociales en el futuro por cuentas premium con acceso a servicios y recursos de valor añadido? ¿Es suficiente el modelo publicitario para consolidar sus modelos de negocio sin actuar de forma intrusiva con la publicidad dirigida a sus usuarios?
Hemos de destacar que inicialmente, las redes sociales se concibieron con un único objetivo. El de crear redes de contactos entre sus propios miembros y participantes. Sin embargo, poco tardaron las empresas y marcas en percatarse de que en ellas podría encontrarse su público objetivo y potenciales clientes. El abordaje se produjo de forma inminente y llegó de la mano el fenómeno del social media marketing. Y siendo sincero son quizá las más beneficiadas al fin y al cabo a pesar de lo que estas puedan aportar a los consumidores y usuarios. Por ello les toca pagar!
Pero si nos remitimos al uso dado por parte de los usuarios actualmente a estas redes sociales, principlamente podemos reducirlo al hecho de compartir información en muchos casos irrelevante bien por tendencia o moda, o simplemente hacerse notar, mantenerse en constante comunicación con sus contactos más cercanos bien a través del chat o los mensajes y tweets en tiempo real, y poco más! Evidentemente sólo por esto nadie estaría dispuesto a pagar. Pero y si tuviéramos que hacerlo ¿El uso de las redes sociales sería realmente práctico y necesario? ¿Sería un negocio o un auténtico fracaso? o será como una droga que nos inyectan y a la que cuando toque pasar por caja nadie se pueda resistir o negar.
Y si Facebook o Twitter fueran de pago ¿Sería un gran negocio o un auténtico fracaso?
Fuente: puromarketing