Para los que tengan un iphone con su cuenta de icloud activada, pues les ahorrara muchos dolores de cabeza. Aqui les dejamos la siguiente historia…
Los hechos ocurrieron en una tienda de ropa de la ciudad de New York. El dependiente se estaba escaqueando del trabajo mientras trasteaba con su iPhone cuando recibió la desagradable visita de un atracador que se llevó su smartphone, pistola en mano.
Tal cual el ladrón abandonó la tienda, el dependiente llamó a la policía, recibiendo en seguida la atención de dos agentes. Uno de los cuales, el oficial Robert Garland, resulta ser un auténtico fanático de Apple, poseyendo junto con su mujer iPhones, iPads, y Macintosh varios.
Este hecho, lejos de ser anecdótico, se revela como crucial en la trama. Y es que no sólo Garland empatiza con la pérdida del dependiente, asegurándole que va a recuperar su preciado terminal, sino que además aplica sus vastos conocimientos manzaneros para localizar al ladrón:
El Oficial saca su propio iPhone del bolsillo, lanza la aplicación Find my iPhone e introduce la Apple ID del terminal robado. Rápidamente, localizan al delincuente a 10 bloques de donde se encuentran en esos momentos. Los dos polícias se dirigen hacia esa zona, para finalmente detectar que el sospechoso estaba dentro de un supermercado. Entran en el local, y Garland utiliza la opción “play sound” de la aplicación, con lo cual el iPhone robado empieza a pitar como un loco. En ese momento, el ladrón había salido ya de la tienda, encontrándose a unos 6 metros… distancia no suficiente para que los policías no lo oyeran, con lo cual la detención se produjo en el acto.
En no más de media hora desde que ocurrió el robo, el dependiente de la tienda ya volvía a tenerlo en su poder. Eso sí es eficiencia y no la que vemos (por poner un ejemplo) en las Ramblas de Barcelona. Eso sí, esta vez hubo la suerte de toparse con un analfabeto a nivel tecnológico. Y es que de no haberlo sido, lo primero que hubiera hecho el malhechor es deshabilitar la función iCloud de localización para que no fuera posible rastrearlo. A partir de ahora, la vida del ladrón de móviles será más dura, y es que para robar un smartphone de gama alta hará falta no sólo la acción del robo en sí, sino también tener unos mínimos conocimientos tecnológicos sobre el mismo