Los últimos modelos del iPhone de Apple tienen un tiempo de carga relativamente bajo. En algo más de una hora podemos tener nuestro terminal completamente cargado si utilizamos su cable y adaptador original enchufado a la corriente eléctrica. Por eso no es algo habitual que el teléfono tarde muchas horas en cargarse por completo o, lo que es peor, que dejes el teléfono cargando mientras duermes y te despiertes sin que la batería esté completamente cargada.
Estos problemas de carga lenta pueden ocultar algún fallo relacionado con el hardware del teléfono, con la propia batería o algo que no esté funcionando bien a nivel de software. De hecho, los foros oficiales de Apple están llenos de páginas donde la gente pregunta una y otra vez en busca de una solución para los problemas de carga de sus dispositivos de la manzana. Antes de tirarte de los pelos y ponerte en lo peor puedes probar con un par de comprobaciones sencillas que no te van a suponer ningún esfuerzo y que a lo mejor te sacan del apuro.
Comprueba que los cables estén en buen estado. Apple siempre recomienda usar componentes originales, más todavía después de las desagradables sorpresas ‘calentitas’ que se ha llevado algún usuario. Un cable en mal estado, original o no, puede no cargar de una manera correcta el teléfono. Así que mucho cuidado con los cables desgastados en exceso y conectores en mal estado. También deberías saber que el teléfono siempre cargará más rápido si lo enchufas a la pared que si lo conectas al puerto USB de una computadora.
¿Has limpiado tu teléfono? No es broma. Te lo recomienda la mismísima Apple. Restos de polvo o suciedad pueden acumularse con el tiempo en el conector lightning del teléfono hasta el punto de provocar un retardo en la carga de la batería. Evita que las pelusillas se interpongan entre los conectores de cable y del teléfono con una simple limpieza. Utiliza un palillo, un clip abierto u otro objeto fino para sacar con cuidado la suciedad que pueda haberse acumulado en el conector. Los casos más graves podrían necesitar el uso de aire comprimido pero no debería ser necesario.
Ya lo dice la teoría de la Navaja de Ockahm, muchas veces la explicación más sencilla tiene más posibilidades de éxito que una más compleja.
Fuente: Business Insider